Sandy Madar nació el 27 de marzo de 1987 en París, Francia.

Desde 2012 vive en Israel y practica la pintura en su lugar de residencia.

Después de realizar una maestría en investigación en matemáticas financieras en la Universidad Paris Dauphine, Sandy tuvo grandes dificultades para encontrar trabajo; tras la crisis financiera (2010).

Haciendo gala de valentía, decide dejar su Francia natal hacia un nuevo horizonte en Israel, un país de clima mediterráneo.

Sandy se vio obligada a emprender un negocio inmobiliario para obtener independencia financiera y continúa ejerciendo esta profesión hasta el día de hoy.

Sin embargo, sin haberlo previsto, se enfrenta a una extrema soledad acentuada por su hipersensibilidad. Esto lleva a una profunda crisis existencial en 2019 y nace una nueva Sandy cuando cumple 32 años.

Después de la terapia y el coaching, sólo el arte le lleva a la curación completa.

De forma autodidacta se formó a través de redes sociales y talleres con la pintora Drora Wiezman.

Se inspira en pintores como Van Gogh, Georges Mathieu y Pissaro, especialmente por sus impresionantes personalidades.

Su arte pretende transmitir coraje, esperanza, fuerza vital, temas de preocupación para el planeta y sus pasiones.
Sencillamente, arte al servicio de la vida.