Michel Meunier, nacido en París en 1952, es un pintor autodidacta cuyo talento ha florecido a lo largo de más de 30 años de creación artística.

Sus obras, ricas en colores y emociones, reflejan una profunda admiración por los maestros impresionistas, en particular Claude Monet, cuya influencia se siente en la forma en que captura la luz y la belleza de los paisajes.
Michel Meunier ha desarrollado un estilo alimentado por una atenta observación de la naturaleza y una sensibilidad artística innata. Su paleta colorida, vibrante y expresiva da testimonio de una pasión devoradora por la pintura. No se limita a reproducir fielmente la realidad sino que busca transcribir la emoción que siente ante un paisaje, una luz, un momento particular.
Al artista le gustan especialmente los paisajes donde la naturaleza se expresa en todo su esplendor. Desde campos de flores hasta bosques verdes y costas marítimas, sus paisajes son invitaciones al viaje, la evasión y la contemplación.

A lo largo de los años, Michel Meunier ha desarrollado una técnica pictórica personal y dominada, entre la espontaneidad del toque impresionista y una búsqueda constante de la perfección en la interpretación de los detalles, haciendo de cada lienzo una obra única impregnada del alma y el talento del artista.