Mirar el mundo de otra manera: el pincel de Oleksandra Horscroft
Hay artistas cuyas carreras desafían todas las predicciones. Oleksandra Horscroft es el ejemplo perfecto: nacida en 1967 en la Unión Soviética, soñaba con una vida de poesía y libertad en un mundo que imponía rigor y normas. Su infancia, marcada por una imaginación desbordante, fue una protesta silenciosa contra la monotonía de la vida cotidiana.
Bailarina de corazón, poeta de corazón y creadora instintiva, eligió, sin embargo, un camino académico sorprendente: medalla de oro en un instituto científico y un título en ingeniería de hormigón armado en la Universidad Técnica de Riga. Pero la caída del régimen soviético le ofreció lo que su alma siempre había anhelado: la oportunidad de crear. Fundó entonces su propia agencia de publicidad, donde escenificaba los mensajes de otros, mientras alimentaba en secreto su propia sed de expresión.
Un arte nacido del instinto y la curación.
Durante años, la fotografía alimentó su visión artística. Pero una recomendación médica —pintar para mejorar la motricidad fina— desencadenó una revelación. Sin formación académica ni modelo a seguir, Oleksandra tomó sus pinceles y comenzó a pintar flores. Y nunca paró.
Instalada en Francia desde 2020, pinta a diario, impulsada por una urgencia interior: traducir sus emociones a través del color, dar cuerpo a la frágil belleza del mundo.
La expresión vibrante de un mundo sensible
Oleksandra Horscroft pinta con acrílicos, en un estilo que oscila entre el expresionismo y el impresionismo , con un toque único que ella llama con humor "parsonismo" , en referencia a la enfermedad de Parkinson que afecta sus gestos. Sus pinturas, a menudo inspiradas en la naturaleza, son una oda a la vida, una invitación a detenerse y contemplar la discreta brillantez de lo que nos rodea.
«Vivimos en un mundo tan acelerado que nos olvidamos de buscar la belleza que nos rodea», dice. Sus obras vibrantes y conmovedoras son como ventanas a esta belleza que ya no vemos.
Un mensaje universal: vivir en armonía y ser feliz
Lo que recorre toda su obra es un mensaje de gran sencillez, pero a la vez de una profundidad excepcional: vivir en armonía con uno mismo, con los demás y con la naturaleza . A través de cada lienzo, Oleksandra nos recuerda lo esencial. No busca la perfección técnica, sino la autenticidad de la emoción. Y esto es precisamente lo conmovedor: su arte es sincero, crudo, luminoso.
Un talento por descubrir absolutamente
En nuestra galería de arte Horizon World, tenemos el honor de presentar las obras de Oleksandra Horscroft. Al descubrirlas, podrá sentir el aroma de un campo de flores, la luz de una mañana tranquila o la apacible fuerza de una artista que pinta no para brillar, sino para vivir .